Al Inusual no vas, en principio, a ver conciertos. Vas a tomar una copa en un sitio bien de precio (2 euros y medio la mediana, cinco los cubatas) en un ambiente todavía mejor. Hay proyecciones y cuadros expuestos en las paredes, pero eso, lejos de darle un aire fashion, lo convierte en un lugar acogedor. Situado más cerca del Raval que de Paralel, en este bar de la mítica calle la Paloma (concretamente, en el número 5) encontrarás el aire cargado, y las mesas (pocas) siempre ocupadas, pero sin duda es una buena opción para empezar la noche. Más todavía si al llegar te encuentras un saxofonista y una trompeta tocando a pie de pista, sin escenario ni nada que se le parezca, rodeados del público que casi amenaza con tirarles una copa encima o pisarles al pasar. La programación del Inusual es, como el nombre del local indica, bastante ecléctica. Desde rumba hasta beat, pasando por las jam session de rock que hacen, en las que en lugar de tocar, cualquiera puede unirse y pinchar su canción favorita.
Nosotros vimos:
Pues... ¡en realidad no sabemos qué vimos! Había una trompeta y un saxo, en el local no cabía un alfiler, y fue el preliminar a una noche de Apolo memorable, pero por lo demás... Lo que sí sabemos es que el Inusual programa unicamente los fines de semana, y que este que viene, tienen una sorpresa preparada. Durante todo el viernes 20, mercadillo de intercambio. Qué mejor que un flea market para la crisis. ¡Aprovechadlo!
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